"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

miércoles, 30 de mayo de 2007

No me lo recuerdes

Por continuar con "crítica cinematográfica", recuerdo que hace años, entre compañeros de trabajo, comentábamos "La Pasión". Acababa de salir en deuvedé, pero yo había tenido la suerte de verla en cine por un módico precio, bastante bien currado, por cierto (no recuerdo si hacía frío, Pianista). El caso es que allí estábamos, "cafeteando" después de comer. Mis compañeros reconocían la calidad técnica y artística de la peli en cuestión, pero no pensaban verla. "Total, al final se muere" (graciosillos...). Se notaba que no la habían visto, así que les informé un poco: "No, al final resucita".
La verdad es que lo dije inocentemente, para corregir ese pequeño dato sobre el argumento. Pero hubo unos breves segundos de silencio. Me di cuenta de que, sin pretenderlo, había tocado una fibra. De repente, la conversación cambió radicalmente de tema.
Vaya, por Dios. Ahora que empezábamos a entendernos...

lunes, 28 de mayo de 2007

Que alguien me lo explique


Decidme que lo he entendido mal, que soy un poco quisqui o que cojo las cosas por donde queman. Lo prefiero.

Resulta que me pongo a leer una crítica de "Piratas del Caribe III" del periódico local, que me tiene frita, pero es el que encuentro hasta en la sopa. Después de ponerla verde artísticamente, lo cual creo firmemente, dada la decadencia de la segunda parte, termina soltando: "Curiosa, por otra parte, la elusión de todo erotismo. Un dato significativo del infantilismo global del proyecto."

O sea, que, además de ser una chapuza en varios sentidos (por lo que venía diciendo anteriormente), resulta que no tiene erotismo. Para que nos hagamos una idea de la simplicidad de la peli. Es que no merece la pena, oigan. A dónde pretenderán ir con un film que no tiene ni erotismo.

Me dan hasta ganas de ir a verla.

viernes, 25 de mayo de 2007

Reglas de los países ricos

Según un estudio de no recuerdo quiénes (no soy nadie reteniendo datos), la riqueza y la prosperidad de ciertos países no se debe tanto a sus fuentes energéticas, a su productividad, etc, como pensamos.
Parece ser que en estos países, la mayor parte de la población cumple las siguientes normas, en cualquier orden:

1. La moral como principio básico.
2. Orden y limpieza.
3. Integridad.
4. Puntualidad y disciplina.
5. Responsabilidad.
6. Deseo de superación.
7. Respeto a las leyes y el reglamento.
8. Respeto al derecho de los demás.
9. Amor al trabajo.
10. Iniciativa, previsión y espíritu de ahorro.

Esperemos que funcione también a nivel personal.

jueves, 24 de mayo de 2007

Si me nombras


Sé que existo / Si me nombras tú / Sé que alumbro / Si me das luz
Que si esperas / Llegaré puntual / Si no llegas / Yo te espero igual
Que por tu piel / Me pongo a caminar / En cada despertar
Que si pides doy / Si me llamas voy / Trenzas mi voluntad
Sé que puedo / Si me lo juras tú / Sin tu cara / Siempre me sale cruz
Si me sonríes, vuelo / Si te arrodillas creo / Si tú tropiezas yo caeré
Si me perdonas nazco / Si creces yo te alcanzo / Y si me olvidas moriré
Sé que existo / Si me nombras tú / Que si lloras / Cargo con tu cruz
Si me rindo / Es que no oí tu voz / Si te duele / Me desangro yo
Que si pides doy / Si me llamas voy / Trenzas mi voluntad
Sé que existo / Si me nombras tú / Que sin ti seré / Nadie en la multitud
Si me sonríes, vuelo / Si te arrodillas creo / Si tú tropiezas yo caeré
Si me perdonas nazco / Si creces yo te alcanzo / Y si me olvidas moriré


Si supiera la roja de Ana Belén para qué me ha servido la letra de su canción...

martes, 22 de mayo de 2007

Dogmas innecesarios

Menudo rifi-rafe hemos armado entre otra bloguera y yo, en su blog. Ella dice que yo me he picado y yo digo que ha sido ella. Total, lo único que hice fue, a mi juicio, una pequeña observación sobre un comentario de una de sus entradas. Pensaba que en los blogs se podía comentar libremente, pero parece que no. Es buena chica, buenas ideas. Pero me recuerda a la gente que padece el síndrome del dogma innecesario.
En España somos muy dados a ello. La emprendemos con alguien, un personaje público, histórico, un político, y cualquiera que tenga la osadía de salir en su defensa, es inmediatamente tildado de antisocial, enemigo público y con alto grado de peligrosidad para la sociedad. Ya nadie se acuerda de por qué se la emprendió con aquél, o lo que es peor, algunos sólo lo saben por lo que otros les han contado. Es lo que hoy en día llamamos “políticamente correcto”, y nadie se atreve a discutirlo. Se ha convertido en un dogma. Hay que creer que X (quien sea) fue, o es, un tal y un cual. No merece que se respete su memoria y sus seguidores deben ser reducidos al silencio, sobre todo a base de burlas insoportables.
Me basta con los dogmas que me impone mi fe católica, que tampoco son tantos. Y no soporto que nadie me imponga ninguno más. Si alguien es un indeseable o lo ha sido, tendrán que demostrármelo, pero me niego a dejarme llevar por la corriente de la masa.
Recuerdo una viñeta de Manuel Vázquez, en la que un montón de trabajadores de oficina rodeaban a un compañero, mirándolo con auténtica curiosidad. El observado decía: ”¿Pero qué pasa? Yo sólo he dicho que no me gusta el fútbol…” Pues eso. Que somos muy demócratas, y muy respetuosos, hasta que damos con alguien que se atreve a discutir uno de nuestros dogmas innecesarios, impuestos por nosotros mismos. Entonces lo observamos como algo salido de una sexta dimensión, un bicho raro que, además, hay que pisar y sobre todo amordazar.
Sucede lo mismo con la Iglesia. Programas de televisión, de radio, libros, chistes, artículos de prensa, pancartas, disfraces, todo sirve para ridiculizar a la Iglesia y a los católicos. Nos defendemos siempre que podemos, apelando un legítimo derecho al buen nombre. Pero no: el dogma ya está impuesto y hasta que no llegue otro chivo expiatorio eso no va a acabar. Lo peor es que muchos de los que se quejan de padecer esta persecución, la practican con otros en distinto ámbito.
La bloguera en cuestión no me ha reducido al silencio. Al fin y al cabo ha publicado todos mis comentarios. Pero con sarcasmo. Es otro método.

viernes, 18 de mayo de 2007

Los hijos no nacen adolescentes

Puede parecer una perogrullada, pero es de un sentido común aplastante.
Ciertamente, al llegar a la adolescencia, uno se revuelve, se abobalicona, se hace un lío, se pseudoenamora, cambia de opinión cada tres segundos, etc, etc. Como dice alguien que conozco, los chicos se vuelven feos y las chicas, tontas. Todos hemos pasado por algo así, y si no, que pregunten a nuestros padres o profesores. Sobre todo a los padres, porque al fin y al cabo los profesores cobran y descansan dos meses (je).

¿Os imagináis por un momento que los hijos nacieran ya adolescentes? Los padres echarían de menos un tiempo previo para ir preparando esa edad, consciente de que de esa preparación, de esa educación, dependería en gran parte tan conflictiva etapa. En la mayoría de los casos, diez o quince años bastarían para iniciar en la práctica de unas virtudes (o valores, como se dice ahora) que le sirvan al interesado para desarrollar su personalidad.
Adolescentes engreídos, violentos y, lo que no es mejor, vacíos por dentro, no crecen de la noche a la mañana. ¿Qué ha sucedido en esos trece años previos? Me temo que en muchas ocasiones, nada. Me da que son el fruto de unos padres que tuvieron hijos "porque les apetecía", como a quien le apetece tener un canario, pero que esté sano, ¿eh?, si no, no lo quiero, pobre, que para vivir así... Sobre todo, "para vivir YO así"... Tener un canario no está mal. Uno lo cuida, lo limpia, escucha su cantar, y la situación se controla. Pero un ser libre, único, con necesidad de un padre y una madre no sólo para existir, también para desarrollarse, que pregunta, que llora, que se entera de todo, eso no es una mascota.
Los padres de Marc no han tenido un canario. Véase, véase la enorme diferencia.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Ensayos de Primera Comunión

Cada vez que veo a los chavales de primera comunión me acuerdo de lo que le sucedió a una de mis chicas que me soportaban como catequista. Daba yo catequesis en la parroquia del barrio con más índice de población infantil de Europa. No lo digo yo, sino las estadísticas.
Aquel año había once grupos, de aproximadamente doce niños cada uno, preparándose para su primera comunión, más los que hubiera en la otra parroquia, que eso ya no lo sé. Es obvio que hacía falta una cierta organización para ese gran día. Si no, aquello podía convertirse en la Tercera Guerra Mundial: salir por aquí, avanzar por allá, sin prisa pero sin pausa, tú haces esto, te levantas ahora, lees esto, luego vuelves por aquí, etc, etc, etc. Explicaciones, pruebas, repetición...

Así que una de las chavalas se lió. Y dos días antes me llama a casa toda compungida porque no se acuerda de por dónde tiene que salir cuando acabe de leer. Teme equivocarse y quedar mal delante de sus padres, de los catequistas, de sus compañeros, del resto del mundo. Intento explicarle con tranquilidad lo que tiene que hacer. La pobre me escucha nerviosa, a punto de llorar, se le nota a través del teléfono. Intenta retener lo que le digo, con su madre al lado, repitiéndole lo que le explico.

Cuando parece que queda todo un poco más claro, intento tranquilizarla de nuevo y nos despedimos.

Al colgar el teléfono, no me quedé a gusto. Algo no encajaba.

Y la solución vino el día de las comuniones. Al terminar la misa, una madre se acercó a su hijo y oí que le decía: "ya se pasaron los nervios".

Ahí está. Habíamos olvidado decir a los niños, al final de todos los ensayos, lo más importante: ¿Y sabéis lo que pasa si os equivocáis? ¿Sabéis qué pasa si, después de tanto ensayo, cometéis un error? ABSOLUTAMENTE NADA.

Así que, posiblemente, más de uno habría estado todo el tiempo pendiente, más que de su Primera Comunión, de no meter la pata. Y si alguno la metió, que no lo recuerdo, ¿saldría triste, con mal sabor de boca?

Cuando veo ahora los ensayos para primeras comuniones, confirmaciones, despedidas de curso, etc, me acuerdo de esta chiquilla llamando por teléfono, temerosa de cometer un error. Es necesario un mínimo de organización, pero que no distraiga la atención de lo esencial.

Aquel año, con los niños, nos equivocamos. No pasa nada. "Para aprender, perder".

viernes, 11 de mayo de 2007

Razones para cualquier cosa


Hoy he leído algo que me ha hecho gracia, y lo voy a compartir. Parece ser que está tomado de la revista "Vida Nueva" (Dicen que hay que citar las fuentes).

Resulta que un párroco americano, harto de las mil y una excusas que los feligreses le daban para no ir a misa, publicó en la hoja parroquial las siguientes razones para no bañarse:

1- No me baño porque me obligaron a hacerlo de pequeño.

2- La gente que se baña son unos hipócritas, porque piensan que ellos son más limpios que los demás.

3- Existen tantas marcas y clases de jabón, que no sé cuál de ellas escoger.

4- Yo tuve la costumbre de bañarme, pero hace tiempo que la interrumpí.

5- Me baño sólo en ocasiones especiales, como Navidad o Pascua.

6- Ninguno de mis amigos se baña.

7- Volveré a bañarme de nuevo, cuando esté más viejo o más sucio.

8- Yo no puedo malgastar mi tiempo en bañarme.

9- El cuarto de baño nunca está acomodado al clima: en invierno demasiado frío y en verano demasiado caluroso.

10- La gente que fabrica los jabones sólo lo hace para ganar dinero. A ellos qué les importa el que yo me bañe o no.

martes, 8 de mayo de 2007

Sí que pasa

Llega el calor. Quienes han estado trabajando sus músculos en el gimnasio, empiezan a lucirlos. Quienes han sufrido los rigores del régimen alimenticio de invierno, comienzan a pasear su recompensa.

¿Pasa algo?

A veces, ver cómo "todo el mundo" lo hace, cómo se deshace de la funda, incluso de la imprescindible, puede llevar a la conclusión de que no pasa absolutamente nada, porque nos hemos acostumbrado. Hasta hace unos pocos años, para restar centímetros a blusa, camiseta, falda, etc, había que pensárselo un poco. Ahora es algo que se da por supuesto. La ropa interior ya no es interior. El salvavidas que emerge por encima del pantalón ya no es algo humillante.

Pero sí que pasa.

Caminando por las calles de mi barrio, nada céntrico, observo un tipo de edad difícil de determinar, hablando con dos chavalas de unos trece años. Pensé en la posibilidad, dado el aspecto del individuo, de que estuvieran intercambiando mercancía peligrosa. Al llegar a su altura, llegó a mis oídos un trozo de conversación que me dio dos datos: las chicas iban de compras y el tipo en cuestión era el padre de una de ellas. Oí lo siguiente:

- Si es camiseta, que sea por debajo del pantalón. Eso de ir con la tripa por fuera, ¡que sea la última vez!

Desconozco si las chicas obedecieron, pero la recomendación iba totalmente en serio, y de parte de alguien que, claramente, sabía de lo que estaba hablando.

Cuando veo chavalas excesivamente desenfundadas y acompañadas de sus padres, pienso que las madres son tan vanidosas (en confianza diría otro adjetivo) como sus hijas, y sus padres, malvados, porque, como ejemplares pertenecientes al sexo contrario tienen que saber perfectamente lo que provocan sus hijas, y aun así permiten el riesgo de que sean tratadas de cualquier forma.

jueves, 3 de mayo de 2007

La carrera más importante


Las Jornadas Culturales del Colegio Alcazarén, M.C.M. (el Mejor Colegio del Mundo, lo siento por todos los demás) cada año mejoran, con lo difícil que es superarse.

Pero para hablar de superación estaba precisamente Purificación Santamarta Bravo, atleta burgalesa invitada a dichas jornadas. Premio Castilla y León de los Valores Humanos 2006, es todo un ejemplo de espíritu de superación y capacidad de lucha en la práctica del deporte para discapacitados. A los ocho años perdió la vista. A los 16 empezó a practicar el atletismo, y lo hizo gracias al aliento de una amiga, que un día le pidió que la acompañase en su entrenamiento. Para complacerla, Purificación corrió de la mano de su amiga, descansando cuando lo necesitaba, para continuar después. Fue la prehistoria de una carrera deportiva que ya ha cuajado en varias medallas en Juegos Paralímpicos (Arhnem'80, Nueva York'84, Seúl'88, Barcelona'92, Atlanta'96 y Sidney ‘00) y en records mundiales.

- ¿Cuál es la carrera que más te ha costado?
- La del día a día: entrenar cuando hay tiempo y cuando no lo hay, salir a correr con calor y con cuatro bajo cero.

Muy importante y significativo para ella había sido también el hecho de que, en la vida deportiva, uno no es el patrón de su nave.

- El entrenador siempre exige más, pero en ocasiones también decide que hay que bajar el ritmo, si ve que es necesario, y quizá justo cuando a mí me parecía que iba bien y deseba continuar rápido.

Purificación compatibiliza su dedicación deportiva con la atención a su familia (tiene varios hijos) y su actividad laboral como vendedora de cupones de la ONCE, lo cual hizo que los asistentes comprendieran la dificultad que podía haber supuesto para ella estar presente en las jornadas, en una ciudad distinta de donde reside, un jueves laborable: había empleado para ello las únicas cuatro horas posibles del día. Debía estar de vuelta en el trabajo a las seis.

- ¿Por qué se ha tomado tanta molestia en venir?
- Es lo mínimo que puedo hacer por alguien que valora lo que yo puedo hacer.