"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

martes, 9 de diciembre de 2008

Las Crónicas de Narnia



Ayer me zampé las "Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian". En pantalla, no en libro. Es curioso, pero, así como me resulta pesadísimo leer estas historias tipo señor de los anillos y demás, en pantalla me lo paso pipa. Además, no había visto la primera parte, pero me llevó poco tiempo ponerme en antecedentes. Me dijeron "es tipo Harry Potter", pero no: es muchísimo mejor que el Potter ése. Aquí los chavales no se entretienen en historias baladíes (me he asegurado de lo que significa "baladí", antes de que mi asesor de estilo me envíe una nota rectificativa), que distraen de la trama. Aquí zurran la badana a los malos-malísimos, y además como está mandado, a sopapo limpio y alarido pelado. No tienen poderes extraños, sino un aliado "todopoderoso", que acude en su ayuda siempre y cuando ellos pongan todo el esfuerzo de su parte.
Narnia es un mundo maravilloso salido de las manos de Aslan (el mencionado aliado), y que los Telmarinos (humanos) se han cargado a base de ansias de poder, machacar a su prójimo, etc. Hay que decir que en estas historias alegóricas los humanos no suelen quedar bienparados, sino como culpables de todo. Por eso me sorprende que después en la vida real, haya tantos problemas para reconocer esto. Frases como "si hubiera Dios no permitiría esto", "No existiría el mal", "Todo sería mejor" y tantas otras, hacen su agosto, con tal de no reconocer la propia culpabilidad.
En fin, ya me he ido por las ramas. Ahora estoy deseando ver la primera parte, que me perdí en su día.